Entrevista América Solidaria

Nelson Álvarez y Gabriela Bravo son parte de Terko, una compañía teatral que busca visibilizar la infancia. Él es el director, y ella la productora y gestora. Ambos se unieron para impulsar esta compañía, conformada por once personas, quienes actúan para que la infancia sea vista y escuchada. Hasta la fecha han creado tres obras, donde los niños y niñas son los personajes principales que buscan empoderar sus derechos.

De su primera pieza teatral no recuerdan ni el nombre. Solo que fue ahí, en pleno año 2013, cuando la terquedad comenzó su evolución. Nelson Álvarez y Gabriela Bravo, un actor y una bailarina, se unieron a otros y otras para comenzar a formarse como la compañía autogestionada de teatro que son actualmente: Terko. Gracias a sus convicciones han puesto en escena, con luces y focos, los derechos de los niños y niñas.

La historia comenzó así: Nelson Álvarez trabajaba en una compañía de teatro que, entre otras cosas, era el gran número de los cumpleaños infantiles. Se ponían en medio del patio, con los niños y niñas sentados, y entraba un animal que no se daba cuenta que era perseguido por un lobo. Lo típico. Las carcajadas eran seguras. Sin embargo, para el actor este show no tenía sentido; era creado para que no hubiese profundidad. Entonces decidió arriesgarse y comenzar a hacer teatro infantil consciente, donde las risas se entretejen con aprendizajes y mensajes con sentido, para que los niños y niñas hagan suyos sus derechos.

Sabía qué y cómo quería hacerlo. La terquedad de Nelson, de donde viene el nombre de la compañía, fue el primer motor de creación, que poco a poco se fue liberando. Entendió que no era imposible hacer todo solo: dirigir, crear el guión y la escenografía. La fluidez y paciencia de la danza fueron entrando a su vida cuando Gabriela Bravo, bailarina, empezó a ser parte del proyecto de teatro, aportando en la gestión y producción.

El tema central de las obras de Terko son los niños y niñas. Desde el pensamiento de un adulto deciden llegar a lo más profundo de la infancia, donde todos los mundos y realidades son posibles. A partir del amor y lo artístico, logran abrir las posibilidades a que la niñez vea otros horizontes e interactúe con su contexto social, contribuyendo así a la superación de la pobreza, no solo económica, sino emocional y relacional.

“Isadora, una historia de navidad” fue la primera representación escénica de Terko, luego  “Viajeros: una histérica historia de un país llamado Chile”, con la cual la compañía se movió a diferentes partes del país. Finalmente llegó “Ronda por la ciudad del río”, obra inmersa en el teatro a la italiana, donde la escena aparece y desaparece gracias a un sistema de poleas y cuerdas manejadas por la fuerza humana del trabajo colaborativo. El tire y el afloje de la terquedad los une como equipo. Los once -quienes conforman Terko- se apasionan por lo que hacen y dan espacio, de manera íntegra, al otro y otra.

En su última obra nace Bartolomeo, una marioneta que encarna a un niño. Este personaje se mueve observando con atención la realidad, dando vida y voz a un discurso empoderado de los derechos de la infancia. Él refleja el espíritu de Terko: el ímpetu de poner a los niños y niñas en el centro, siendo el teatro una herramienta para que ellos y ellas hablen.

Terko teatro sigue sembrando comunicación con la motivación de entrar en las profundidades de los niños y niñas, para que puedan encontrarse así mismos. Su arte trata, de manera metafórica, temas que son tabús desde una mirada positiva. Están convencidos que en la infancia está la prioridad de la preocupación y ocupación de la energía. Dicen, entonces, que si ellos pueden aportar en eso, su trabajo ya está pagado.

Entrevista de Maria Paz Novoa

Agregar un comentario

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s